El sector del vino también tendrá caminos de futuro en este año. Uno de los segmentos de más rápido crecimiento en la industria del vino es la nueva categoría de bienestar, y el “beber de manera consciente” es su mantra.
Las marcas con una mentalidad de “mejor para ti, tu comunidad y el planeta” están en auge. Los más jóvenes quieren beber menos, y cuando lo hacen, buscan vinos orgánicos, como nuestro nuevo Viore Organic, “más saludables”, con menos alcohol.
EL MEDIO AMBIENTE COMO PRIORIDAD
La principal corriente que se espera este año en el mundo del vino tiene que ver con el aumento de la conciencia ambiental entre los consumidores. Al creciente interés por etiquetas de vino certificadas como veganas, orgánicas y sustentables, se suma la demanda de productos locales, ecológicos, respetuosos con el medio ambiente, más saludables y con menos o nada de óxido de azufre.
Los vinos vendrán en botellas planas y bolsas. Repensar la botella de vidrio se ha vuelto una prioridad para las bodegas con visión de futuro comprometidas con la reducción de las emisiones de carbono.
TINTOS MÁS LIGEROS Y BLANCOS MÁS COMPLEJOS
Más que una tendencia es un hecho. El consumidor ha cambiado y quiere experimentar el vino desde otra perspectiva. En el caso de los tintos, se prefieren más ligeros y varietales, que reflejen la esencia de la fruta y hablen más terroir y menos barrica. Tintos adecuados para disfrutar en cualquier momento y lugar, haya o no comida en la mesa, como es nuestro Monte Real Cepas Viejas.
Por lo contrario, en los blancos, le interesan vinos blancos con algo de crianza. Ya sean criados en botella, sobre lías o en barricas. Este tipo de vinos se impone como la mejor opción para grandes maridajes y pequeños homenajes. Una buena recomendación es nuestro Monte Real Tempranillo Blanco.
TINTOS DE “FRESQUEO”
Este año viene de nuevo marcado por la búsqueda de la frescura en los vinos y, especialmente, en los tintos. Tintos con menos graduación alcohólica, más frescos y fáciles de beber. Son vinos con un marcado carácter atlántico, los cuales cobran especial protagonismo. Igual que los elaborados con variedades autóctonas bien adaptadas al terruño.
Hay que añadir, que esta tendencia tiene que ver con los vinos tintos de Ribera del Duero. Si bien esta popular región se caracterizaba hace unas décadas por el exceso de madera, ahora se esfuerza por promover un estilo completamente diferente, más cercano a lo que el mercado está demandando.
ESPUMOSOS NATURALES
Algo que también se ve desde hace unos años, es que aumenta el consumo de vinos espumosos, también llamados Pét-Nats, en todas sus expresiones y orígenes.
Estos espumosos naturales elaborados por el método ancestral están en boca de todos por su carácter desenfadado y su propuesta de consumo democrática que invita a descorcharlos sin importar dónde o con quién. Y es que ya no se reserva esta bebida para una ocasión especial; ahora se consume cualquier día de la semana.
Sus burbujas suben delicadamente formando una corona persistente y su paso por el paladar nos hace vivir una explosión de frescura. Como nuestro Bernard Remy Brut Rosé, perfecto para toda ocasión.
BURBUJAS
Siguiendo con los vinos espumosos, se prevé que se va a beber mucha burbuja este año. Y es que los más sibaritas ya se dieron cuenta hace tiempo de que ni el cava ni el champán hay que reservarlos para una ocasión especial, sino que valen para cualquier momento porque son vinos ligeros, frescos y fáciles de beber.
Son el acompañamiento perfecto para cualquier tipo de comida, por eso, cada vez son más los que piden una copa de espumoso o abren sin ninguna duda una botella un día cualquiera.
VUELTA A LOS ORÍGENES
Vuelven a aparecer en escena los vinos de proximidad, la puesta en valor de prácticas enológicas ancestrales y la recuperación de variedades autóctonas.
Podemos observar que cada vez más bodegas están cotizando al alza sus añadas antiguas y se empiezan a animar a usar las variedades de uvas que siempre estuvieron en su terroir.
Con la tendencia hacia lo sostenible, los vinos de proximidad van tomando vuelo y acercándose al consumidor que casi nunca los tenía en cuenta, y es que los vinos de proximidad, la recuperación de variedades locales y la puesta en valor de prácticas olvidadas estarán este año más de moda que nunca.
EL PRESTIGIO DE LO AHUMADO
El ahumado es tendencia en gastronomía, en un contexto de recuperación de técnicas ancestrales de conservación de alimentos y en pleno auge de la cultura gastronómica nórdica, en la que es típica esta técnica, lo ahumado llega también al universo de las bebidas.
Aquellas que tienen toques ahumados o en las que el humo está de alguna manera presente durante su elaboración son muy apreciadas.
EL CAMBIO CLIMÁTICO Y NUEVAS ZONAS POR DESCUBRIR
Debido al gran impacto que está causando el calentamiento global en la agricultura a nivel mundial, la viticultura también se ha visto afectada. Por ello, cada vez son más preciados los viñedos con mayor altitud y latitud. En esta línea se empiezan a revalorizar zonas a las que hasta hace un tiempo no se les prestaba tanta atención.
LA OTRA RIOJA
La de los jóvenes, la de las nuevas generaciones al mando de bodegas tradicionales o al frente de nuevos proyectos que tienen mucho que decir. Desde hace unos años, existe otra Rioja que pretende cambiar la percepción que el consumidor tiene sobre la región, poniendo en valor el terruño y las variedades autóctonas y recuperando técnicas de sus antepasados. Y qué mejor ejemplo de ello que nuestro Viña Albina Gran Reserva.
Cabe destacar que la D.O.Ca Rioja está viviendo un momento excepcional y esta nueva ola de productores, todavía poco conocidos, se suman a un concepto cuya base es respetar las raíces y buscar en el pasado, en sus propios ancestros, lo que hacían en el viñedo y en la bodega antes de la industrialización. El 2023 es el año del descubrimiento de esta “Rioja alternativa”.
LA NUEVA RIOJA Y RIBERA DEL DUERO
Hablando de La Rioja, están comenzando a surgir nuevas expresiones vínicas en estas dos regiones tan abundantes y clásicas.
Y es que, como hemos dicho anteriormente, hay una nueva Rioja insurgente que ha empezado a hacerse notar, donde sus principales representantes quieren mostrar que todo lo que aprendieron no siempre se aplica a mantener las cosas como estaban.
En cuanto a Ribera del Duero, hay una tendencia marcada a diferenciarse por y para siempre con sus nuevos vinos tintos fluidos, ligeros y fáciles de beber. Como es nuestro Alacer Crianza.
Ha quedado claro que 2023 trae tendencias nuevas y persistentes en el sector. Los viticultores adoptan prácticas para cuidar mejor el medio ambiente y proteger las vides de los fenómenos meteorológicos extremos; los viticultores se toman cada vez más en serio la sostenibilidad de sus actividades y los consumidores concienciados con el medio ambiente impulsan el mercado de envases alternativos.
Se espera que los vinos sin alcohol y con bajo contenido alcohólico sigan creciendo y los vinos espumosos se convierten cada vez más en vinos de consumo diario.